lunes, 2 de julio de 2007

el inicio

el equipo de los entendidos: empiezan a delinearse el coqueto, funboy, sn y rodilla.

el equipo de directores: fotografía (henao), arte (pont), dirección (oropeza y rivero)

una vez comenzado el minucioso proceso de lectura del guión y siempre fiel a la primera impresión tiendo a confiar en esos trazos que te insinúan por dónde va a ir la cosa: un poco de método, mucho de intuición.
método para analizar concienzudamente el texto, sus implicancias, derivaciones, referentes.
intuición para escuchar las voces internas que te piden aflorar esas sensaciones que pueden (y suelen) devenir en imagenes concretas.
escuchar al sabio y al loco en uno mismo... aquella famosa relación de 10% de creatividad y 90% de trabajo.
primero hago lo que llamo la lobotomía del director, ni mas ni menos que tratar de abrir sus cerebros, hurgar dentro de ellos e intentar una confesión de sus verdaderas intenciones. a fin de cuenta mi trabajo como diseñador de producción o director de arte es tratar de interpretar el sueño que llevó al director a enfrentar la titánica tarea de realizar un film, de concretar una idea, de contar un cuento, de sacar a flote un sueño.
en este caso, al trabajar con henry y perrote que son directores muy gráficos, muy consistentes en el mundo que buscan retratar es mas fácil y mas duro a la vez.
a que me refiero: su trabajo estaba muy diseñado y debo ser fiel a su sueño, pero a la vez debo buscar la solución que yo considere mas idónea y que potencie (a través de la estética) la narrativa.
entonces, sin traicionar su línea de deseo, debo sumar el universo que veo surgir al del autor.
y todo esto a su vez en función de lograr un objeto singular, atractivo y coherente, un lenguaje que sea común a todas la áreas.



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